En la sesión de hoy continuamos trabajando con la teoría de la lógica.
Nos enfocamos en la etimología del término y definir la lógica formal e informal.
También cubrimos parte de la historia y los orígenes de la lógica y se explicaron los tres principios aristotélicos.
Etimología del término “lógica”
La palabra “lógica” tiene su origen en la voz griega logiké (“dotada
de razón”), proveniente del término logos,
que equivale a “palabra” o “pensamiento”.
Sin embargo, en el lenguaje cotidiano empleamos esta palabra
como sinónimo de “sentido común”. También se emplea como un
sinónimo de “forma de pensar”, como al referirnos a la “lógica deportiva”,
“lógica militar”, etc.
Historia de la lógica
La lógica tiene sus orígenes en distintas culturas y tradiciones a
lo largo del mundo. Ya en Babilonia, Grecia, China o India, distintos
filósofos y pensadores se dedicaron a la lógica. Sin embargo, la más trabajada
ha sido, sin lugar a dudas, la lógica aristotélica.
La lógica aristotélica es la tradición de pensamiento que se inicia con
las obras de Aristóteles (384-322 a. C.), considerado el
fundador occidental de la lógica y uno de los autores más
importantes de la tradición filosófica del mundo.
Los principales trabajos de Aristóteles respecto a la lógica están
reunidos en su Órganon (del griego
“instrumento”), compilados por Andrónico de Rodas varios siglos después de
escritos. En ellos se despliega un sistema lógico que fue sumamente influyente
en Europa y
Oriente Medio hasta después de la Edad Media.
En esta obra, además, Aristóteles postuló los axiomas fundamentales de
la lógica:
·
El
principio de no contradicción. Establece
que algo no puede ser y no ser a la vez (A y ¬A no pueden ser ciertos a la
vez).
·
El
principio de identidad. Establece que algo
siempre es idéntico a sí mismo (A siempre es igual a A).
·
El
principio del tercero excluido. Establece
que algo es o no es verdadero y no existen gradaciones posibles (A o entonces
¬A).